Sobre el Amor.

-¿Acaso quieres que me crea que lo que veo no es realidad?

¿Acaso piensas que voy a preferir tú realidad a mi sueño?.

Sabes,  tienes un gran defecto, tienes los pies tan sentados en la tierra que nunca podrás ver las cosas con altura de miras.

Ya sé ya sé que en cuestiones de sentimientos nadie tiene la última palabra.

Que en cuestión de sentimientos hasta el más listo puede perderse y luego no encontrar la salida.

Pero quiero que sepas que prefiero mi sueño de amor y bondad a tú triste realidad.

Porque si todos vemos sólo la parte triste nunca veremos la luz y sin luz todos pereceremos.

Por eso voy a adentrarme en la selva de los sentimientos tratando de observar ésa bella mariposa que vuela y vuela entre la vegetación.

Tú mientras permanecerás con tus pies hundidos en ésa fría realidad que te marchitará para siempre.

La Arena ciega tus ojos.

-Hermanos qué difícil nos resulta guardar la calma ante la adversidad, qué difícil nos resulta razonar cuando las pasiones ocupan nuestro corazón.

En ésas ocasiones nuestros oídos sólo sirven para escuchar proclamas bélicas que nos llamen al combate para intentar restablecer la justicia.

De nada nos sirven los llamamientos a la paz de espíritu cuando nuestro corazón está ardiendo en llamas.

Por eso comprendo a los que se retiran.

Por eso comprendo a nuestros ancianos que buscan el alejamiento del mundo.

Hermanos todo lleva su tiempo y nuestro corazón tiene su ritmo y no podemos obligarle porque cuando los ojos ven odio nuestro corazón no puede ver paz.

Por eso envidio a los que huyen del mundo y buscan refugio en la soledad de una gruta.

Hermanos cuando podáis encontrar un momento de paz porque el mundo os lo permita ¡por favor! deteneros a pensar que todos estamos hechos igual.

Somos básicamente iguales por lo tanto :

Haz a tu hermano lo que te gustaría te hicieran a ti y no permitas que la arena de la vida ciegue tus ojos.

En el Hospital

-Estaba en aquella cama entubado y conectado a varios aparatos, de mi cuello salía un manojo de cables conectados a algún punto sensible.

La septicemia amenazó con llevarme de éste mundo y lo habría conseguido si aquella enfermera no hubiera vigilado adecuadamente mi estado y avisado al médico de la Uvi.

Allí pasé bastantes días, la vida de aquel lugar desde la mañana a la noche ya empezaba a hacérseme familiar.

Las conversaciones de las mañanas después de la noche larga y callada animaban mis oídos.

Yo sin moverme atado a aquella cama con mis tubos y mis cables.

El médico que a cualquier hora de la madrugada se acercaba y me preguntaba………..

Todo seguía su ritmo hasta que un día llegó la tarde parecía una como cualquier otra.

De momento se oyen voces y carreras médicos y enfermeras en acción en torno a un paciente llegado de urgencia, todo alborotado por salvar una vida, una insignificante vida era capaz de movilizar de aquella manera a todo el personal.

No lo pude evitar mi vida también era insignificante y mucha gente estaba trabajando por sacarme adelante.

El joven fue salvado y las lágrimas y la emoción se apoderaron de mi sin poderlo evitar.

Había personas en el mundo que trabajaban por la vida.

Ojalá venzan definitivamente a las que luchan por la muerte.

 

Así no

-Yo tenía la ilusión de cambiar el mundo, de mejorarlo de hacerlo más justo y habitable, por eso me afilié al partido sabía a ciencia cierta que la sociedad se cambia haciendo las leyes adecuadas para que todo sea más justo y funcione mejor.

Vuelvo la vista atrás y veo el camino recorrido y cómo poco a poco se van adquiriendo vicios y malas costumbres en un partido tan grande, que poco a poco te vas sintiendo asfixiado por el aparato del partido y que poco a poco ya ni puedes pensar por ti mismo.

Que los que suben son los trepas que carecen de principios que para ellos el único principio es estar lo más alto posible y a eso le llaman aceptar la realidad.

Abandono el partido porque todo lo que me movía en mi juventud ya ha muerto y no tiene sentido estar en una organización corrompida y sin posibilidades de cambio.

Envidio a ésos nuevos partidos que surgen con fuerza e ilusión limpios y transparentes y les deseo que se conserven así muchos años porque es lo que todos necesitamos.

La Decisión

-Todo estaba tranquilo, las copas de los árboles apenas si se movían y dejaban entrever una luna llena que poco a poco alcanzaría su plenitud.

Parecía el día ideal, era como si todo acompañara para un momento tan decisivo como ése.

Lo había pensado muy bien y después de hablar con su médico no tuvo ninguna duda.

Nadie aparecería por la casa durante días, de ése modo nada podría interponerse entre él y su decisión.

A fin de cuentas sólo seria adelantarlo unos pocos meses y evitar dolor para el y los más cercanos.

Aunque hacia mucho tiempo que los más cercanos era como si no existieran.

Había tomado la última cerveza en el bar y se despidió de Juan y alguno más con un buenas noches.

Ahora sólo faltaba el último paso, los papeles de sus pocas pertenencias ya estaban en orden.

Se sentó cómodamente en su terraza (había tomado la pócima) y dirigió la mirada a la luna ésa amiga especial de toda la vida y le explicó lo del cáncer y lo de la poca vida que le quedaba, ella la luna le hizo un guiño como llamándole, el sonrío e inclinando la cabeza hacia su pecho se durmió para siempre.