Yo estaba convencido de que estaba por encima de la mayoría de los mortales, había recibido una educación y resaltaba mi superioridad sobre los demás, y en ése convencimiento he pasado todos los años de mi vida hasta el día de hoy.
Ahora hago balance del tiempo transcurrido y de los logros conseguidos por mi, y el resultado es deprimente ¿en que se basa ésa idea de mi superioridad? porque la realidad me escupe a la cara lo que realmente soy capaz de conseguir, y es nada, nada soy en mi vida privada, en mi trabajo he sido un personaje oscuro y no encuentro nada que justifique ése sentimiento de superioridad.
No creáis que es broma pero encontrarme de repente enfrentado a mi espejo, a ése que refleja mi verdadera imagen, es duro y derriba cualquier sentimiento de consuelo y dirijo mi mirada en rededor y me coloco en la última fila, en ésa en donde habitan los seres con menos capacidades, y la violencia inflama las venas de mi cuello y miro con odio todo lo que es excelente, y dejo de creer en lo excelente, y llego a la conclusión de que lo elevado y superior no existe y habita sólo en nuestra mente y quien piensa estar por encima está sin saberlo provocando a cuantos le rodean y sembrando discordia.
Ahora sé que sólo el trabajo y el esfuerzo y la sinceridad con uno mismo puede darnos las claves para circular por ésta vida y aparto rápidamente la idea íntima de mi gran destino y la guardo en el cajón de los recuerdos que han condicionado mi vida ¡ y me siento más libre!, ahora podré vivir más tranquilo sin ésa obligación de destacar, y ahora ¡ me conformaré con lo que tengo! y seré más rico porque no deseo imposibles.
He dicho adiós a mis sueños de grandeza, he dicho adiós a ése mundo falso en el que he vivido, y salgo a la calle y comprendo mejor a los que me rodean y soy capaz de sentir más cerca sus verdaderos pensamientos y oigo sus palabras y sus amabilidades y sus enfados y veo que tenemos tantos puntos en común que descanso en ellos y con ellos, y mi soledad es menor y me siento más cerca y duermo mejor y me lleno de ganas de hablar, de mejorar lo mejorable, y el sentido de la verdad inmutable se acerca a mi y me dice al oído ¿ te has dado cuenta que lo verdaderamente superior es sentir la cercanía, la comunicación, la verdad de todo lo humano ?, y yo haciéndome consciente de ésa sencilla y enorme verdad me despojo de mi pasado y me pongo cómodo entre mis hermanos más sencillos y naturales.