-Suele suceder que en determinadas situaciones no encontramos explicaciones claras a nuestros comportamientos y pensamientos.
Muchas veces nos decimos ¡¡por qué habré actuado así, ésta persona no se lo merecía!!.
Más complejos y difíciles e controlar son los pensamientos, que nos asaltan y si tenemos claro el por qué no hay problema.
Pero suele suceder que si tenemos o consideramos malos nuestros pensamientos entonces pueden llegar a obsesionar y hacer que nos sintamos culpables.
Nada más sano que ventilar los pensamientos, comentándolos y razonándolos.
Nuestras acciones son para los demás peores que nuestros pensamientos, pues éstos permanecen en nuestro interior mientras que las primeras repercuten en los otros.
Y en definitiva ésa es la vida, compuesta de pensamientos y acciones.
Pensamientos positivos o negativos.
Y acciones buenas o malas.
Una acción pensada previamente es premeditada.
La que surge de imprevisto como ola de pasión también puede ser buena o mala pero sale del interior como lava de un volcán.
Somos humanos, conozcámonos a nosotros mismos como nos aconsejaron hermanos de hace muchos siglos, es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos.