Así imposible

-Siempre he procurado ser razonable en mi relación con los demás y ponerme siempre en el lugar del otro para entender su punto de vista y en correspondencia la vida me trató bien.

Pero he llegado a comprender que a veces no basta con eso porque tampoco es cosa buena ser demasiado razonable y comprensivo .

He entendido que no puedes llevarte bien con todo el mundo porque en las relaciones humanas a veces hay caracteres que no pueden llevarse bien aunque no tengan ningún problema concreto, simplemente no se caen bien y en ésos casos es mejor tener poco contacto .

Comprendo las debilidades humanas y acepto que somos frágiles.

Pero lo que nunca aceptaré es al que desprecia a los débiles desde su abundancia y los explota y maltrata en su propio beneficio.

Tampoco podré perdonar al que desde un puesto de poder emplea la fuerza para imponer sus ideas llenando de sangre las calles de los que piensan distinto de él.

Hay cosas que no se pueden perdonar y contra las que la sangre puede hervir con el peligro de utilizar el «ojo por ojo y diente por diente» tan antiguo como la humanidad.

A veces tengo la tentación de viajar muy lejos y esconderme lejos de los hombres y no tener noticias de ellos, porque los hombres son demasiado violentos.

Atentos

-Sabes yo siempre he pensado que no hay nada mejor para la salud que vivir en paz con los que te rodean.

-Yo también lo pienso, el problema surge cuando hay un conflicto en el que te tienes que defender.

-Es verdad, siempre puede haber algún problema, pero también para ése problema hay distintas formas de solucionarlo.

-Evidentemente la violencia es la peor forma de solución.

-La violencia es mala para la salud.

-A veces la humanidad ha tenido que utilizar la violencia para avanzar y romper barreras con el pasado caduco.

-Es verdad, pero actualmente en los países que hay democracia existen maneras de canalizar la lucha contra la injusticia.

-Sí, pero en la actualidad hay muchas zonas en el mundo en dónde poco se puede hacer por los canales oficiales.

-Por desgracia así es.

-¡Cuanto trabajo cuesta avanzar a las sociedades!.

-Por eso debemos valorar lo que tenemos.

-Sí, y luchar por mejorarlo.

-Sin lucha por mejorar todo se estropea.

-Es verdad.

San Valentín

-Me has acompañado durante muchos años.

-Y tú a mí.

-¿Acaso te ha merecido la pena?.

-Totalmente.

-Han pasado muchos años sin embargo estamos mejor que nunca ¿no crees?.

-Lo creo, el tiempo nos ha mejorado.

-Tu compañía ha sido fundamental en mi desarrollo.

-Yo estoy mejor que hace años y ya entonces estaba bien.

-Esto que dices es un bálsamo para mi corazón.

-¿Sabes que hoy es el día de los enamorados?.

-Para mí todos los días junto a ti lo son.

-Me estás ruborizando.

-Hemos pasado la prueba del tiempo.

-Ha merecido la pena.

-¡Te quiero!.

-¡Y yo a ti!.

También a mí

-Yo siempre pensé que nunca me sucedería a mí, pero al final he sido víctima y no lo he podido evitar.

Yo creía que éstas cosas sólo le ocurrían a personas débiles que no tenían sus ideas claras, personas suceptibles  que soportaban poco las situaciones adversas y sin embargo ahora yo soy víctima de la depresión.

Y creedme algo que yo siempre criticaba era que los deprimidos se quejaban por vicio y que no tenían justificación para su comportamiento.

Yo no puedo decir que me haya ocurrido algo concreto a lo que achacar ésta depresión, quizás sea un cúmulo de circunstancias que han introducido una profunda tristeza en mi espíritu y sólo soy capaz de no moverme, no hay nada que me merezca la pena.

Los que me rodean no saben qué hacer y las frases «tienes que animarte», «no puedes seguir así», «la verdad no te entiendo», se suceden una tras otra.

No puedo moverme, sólo deseo estar dormido y cualquier actividad por mínima que sea se hace algo enorme e imposible para mí.

Todo esto los médicos lo llaman depresión pero yo creo que la palabra depresión no responde a algo tan tremendo como es la tristeza extrema y la falta total de ganas de vivir.

Y pensar que yo menospreciaba a los que decían padecer una depresión.

Y pensar que yo comparaba la depresión con cuento.

Ahora desde dentro de éste padecer y ésta incapacidad de explicar y comentar lo que me pasa veo a los que me miran como cuentista y sufro en mi piel lo que yo hice sufrir en su día a otras víctimas de ésta enorme tristeza.

Soy mala compañía y sólo puedo resistir y tratar de encontrar las causas que me han sumido en éste estado para poder superarlo.

Miro por mi ventana la lluvia caer, lenta, empapando el suelo y mi ventana, ésta ventana por la que espero ver aparecer el sol en un futuro que deseo no sea demasiado lejano.

El Lobo y el Hombre

-«El hombre puede ser un lobo para el hombre», y la verdad que parece mentira que podamos ser tan despiadados con los que tantas cosas comparten con nosotros.

Para empezar somos similares, estamos constituidos por los mismos órganos colocados en cuerpos básicamente iguales.

Tenemos las mismas necesidades básicas como comer, vestir y resguardarnos de las inclemencias.

También necesitamos comunicarnos con nuestros semejantes.

Y compartimos el mismo planeta colocado en un inmenso Universo desconocido, por lo que deberíamos saber que estamos solos y sólo nos tenemos unos a otros.

Sin embargo ¡pobre desgracia nuestra!, tenemos nuestro lado oscuro y lo alimentamos sembrando discordias y odios entre grupos, razas y pueblos.

Nuestra vanidad, nuestro egoísmo y nuestro instinto de lobos sanguinarios periódicamente nos lanza a orgías de sangre sin fin.

¿Cuando llegará el día que seamos capaces de controlar ésos instintos comprendiendo que agredir al otro es agredirnos a nosotros mismos?

Parece misión imposible.

Sin embargo hay que luchar por conseguirlo.

¿Qué sentido tiene la vida si el corto espacio que dura nos dedicamos a incrementar nuestras desgracias unos contra otros?.

Misión difícil sin duda, pero no imposible para un futuro que deseemos no sea demasiado lejano.