-Estamos en fechas de Navidad, en fechas de felicitarnos y desearnos felicidad y lo hacemos, sin embargo en el mundo hay crímenes horrendos.
Debemos desearnos felicidad pero no podemos olvidar a los hermanos que sufren presa del odio y de la muerte.
A los que han asesinado fríamente a sus hijos no podemos desearles unas felices navidades ellos ya tienen su tragedia.
Y ése odio se multiplica y en venganza asesinarán a los que sean compañeros de los matarifes de sus hijos.
Y así sigue la espiral como pescadilla sangrienta que se muerde la cola.
¿Y que hacer? desde éste mundo confortable en el que vivimos viendo de lejos la tragedia.
Evidentemente poco podemos hacer porque ¿Quiénes son los malos?.
Los malos son todos los que asesinan y en una guerra asesinos son todos.
Hemos vivido con las guerras toda nuestra existencia en la tierra como humanos.
Y lo malo es que quizás hasta nuestra extinción tendremos que convivir con ellas.