-Queridos amigos cuando nos encontramos con el dilema de elegir entre nuestra vida y la de otros, la cuestión es clara, debemos defender nuestras vidas.
Cuando aparecen enemigos que son capaces de a sangre fría y basándose en ideas poco comprensibles para nosotros atentan y acaban con nuestras vidas, ¿ que hacer ?.
Parece claro, porque lo más rápido es acabar con la vida de ellos, antes de que ellos acaben con las nuestras.
Pero luego piensas que siempre es posible la paz.
Que quien a hierro mata a hierro muere.
Y entonces dudas.
Y al pensar ves la vida de miles de niños mujeres y ancianos inocentes que pueden ser castigados por el pecado de unos pocos.
La última solución debe ser siempre la violencia, porque la violencia siempre engendra violencia.
El mundo es lo suficientemente grande para que quepan todas las ideas.
Las ideas que no pretendan acabar con las que no piensan como ellos.
Y en ése debate me muevo, pensando que quizás haya seres humanos que mejor si no existieran.