Las buenas y las malas personas.

Sabes con los años he descubierto algunas cosas.

Yo antes dividía a las personas entre Buenas y Malas y ahora no lo hago.

Y no lo hago porque somos más o menos Buenos según las presiones que suframos.

Porque si nos rodean los problemas seremos menos Buenos que sí vivimos tranquilos y en paz.

No hay malos de nacimiento como tampoco hay buenos de nacimiento.

Son nuestras circunstancias las que mandan.

Y también todas nuestras experiencias en la vida.

Eso todos lo sabemos.

Y por ello deberíamos actuar en consecuencia.

Sembremos paz y concordia.

Tratemos bien a los buenos y a los malos.

Porque todos somos malos o Buenos alternativamente en nuestras vidas.

La muchacha de las trenzas largas.

Había en un lugar del bosque una muchacha que tenia unas trenzas largas.

En un pueblo cercano había un muchacho enamorado de ella.

Un día llegó al lugar un joven príncipe con su séquito.

El vecino de la muchacha de las trenzas largas le había dicho:

¿Sabes una cosa? amo tus trenzas largas pero mucho más que a tus trenzas largas te amo a tí.

El príncipe se alojó en la posada de los padres de la muchacha de las trenzas largas.

Cuando el píncipe la vio le dijo ¡¡tienes las más bellas trenzas que jamás he visto y por ellas te quiero!! Vente conmigo y te haré mi esposa.

La muchacha de las trenzas largas le preguntó ¿me quieres por mis trenzas?.

Y el príncipe respondió ¡¡Sí!!.

Entonces ella rechazó su oferta.

Ahora a diario puede verse a la muchacha de las trenzas largas pasear con ése vecino que la quiere por sus trenzas y por ella misma.

El hombre caracol.

Había un hombre que se creía caracol.

Se creía caracol porque no se fiaba y tenia miedo.

Los otros humanos para él eran peligrosos.

Cuando había sol salia tímidamente y se comunicaba.

Pero a la menor sospecha de peligro se refugiaba en su caparazón.

El pobre no sabía que su débil caparazón podía ser aplastado por un simple pisotón.

Y así vivía.

Pero nunca abandonó su caparazón.

Un día paseando arrastrando su caparazón un niño corriendo y sin darse cuenta lo aplastó.

Nunca nadie lo volvió a ver.

Y nunca nadie lo echo de menos.

La rueda de la vida.

Yo pensaba en todos.

Quería el bien de tod@s.

Por éso y sólo por éso me presenté a alcalde del pueblo.

Y gracias a vosotros salí elegido.

Ahora trato de cumplir mi intención y llegar a tod@s.

Pero me doy cuenta de que llegar a tod@s es imposible.

Y es imposible porque en ocasiones (demasiadas) lo que favorece a unos perjudica a otros.

Os diré que estoy arrepentido.

Que no tenía que haberme presentado a alcalde.

Y menos haber salido elegido.

No sirvo para ésto.

Son demasiados disgustos.

Yo quiero entender a todos y éso en éste puesto es imposible.

Hay que tomar partido y apoyar a unos e ir en contra de otros.

Os confieso que me arrepiento

Y pido perdón a los que haya podido perjudicar.

Os aseguro que nunca volveré a ser vuestro alcalde.

El camión destartalado.

A mi me gustaba el asiento del volante.

A todos nos gustaba el volante de aquel viejo y destartalado camión.

Creo que aquel camión abandonado hizo más kilómetros con nosotros que durante su vida útil.

Al final siempre terminamos en su cabina.

Los días de lluvia era especialmente acogedora.

Viajamos a muchos lugares.

Y nuestra imaginación el camión y aquel volante nos trasladó a otros mundos y lugares desconocidos.

Un día desde la otra acera vimos desconsolados como una grúa se llevaba nuestro camión.

No por favor ¡¡no se lo lleven!!.

Pero nuestra voz no valía.

Aquel día nuestro camión destartalado desapareció para siempre.

Nosotros lo lloramos desconsoladamente.

Las virtudes y los defectos.

Querido amigo perdona que vuelva con el tema pero los humanos somos básicamente Iguales.

Todos tenemos dos piernas y dos brazos.

Y todos tenemos un cerebro.

Y ése cerebro funciona del mismo modo para tod@s.

¿Sabes dónde están las diferencias?.

En las experiencias de cada uno.

En como hayamos sido tratados.

En la cultura que hayamos vivido.

Y lo que podamos haber estudiado.

El odio o amor que hayamos sentido y escrito en nuestro cerebro.

Amigo ahí están las diferencias.

En lo demás todos los hombres y mujeres somos iguales.

Por éso no discrimines.

Porque cualquier humano que tengas delante es sin duda tu hermano.

Y es potencialmente igual que tú .

No todos somos iguales.

Tú siempre insistes que todos somos iguales.

Yo no lo creo.

Y no lo creo porque hay mejores y peores personas.

Hay personas envidiosas.

Hay personas que viven para hacer daño

¿Cómo vamos a ser todos iguales?

Lo siento por ti pero todos no somos iguales.

Unos son más ignorantes que otros

Unos tienen peores intenciones que otros.

Unos están más frustrados que otros

Y unos sienten más envidia que otros.

Por lo tanto no vuelvas a decirme que todos somos iguales

Porque yo no soy igual que algunos element@s.

Por éso no hables de igualdad.

Porque unos son más buenos que otros.

Y éso ni tú lo puedes cambiar.

Y aquella luna en el cielo.

Estabas rebasado por la tristeza.

Habías decidido despedirte de éste mundo.

Te sentías sólo y desesperado.

Ni por un momento pensaste en mí.

Te conocí ésa misma tarde

Y te abrí un hueco en mi corazón.

No sabia de tus ocultos pensamientos.

No sabia que ésa misma noche habías planeado tu muerte tu suicidio.

Yo fuí a tu casa.

Tú estabas sólo y todo lo tenias preparado porque no esperabas visitas.

Yo llamé y luego entré.

Me lo confesaste.

Yo te dije, con la luna que hay ésta noche en el cielo ¿quieres marcharte?.

Tú contestaste ¡no le importo a nadie!.

Yo te dije, entonces ¿por qué estoy yo aquí? .

Tu te derrumbaste y comenzaste a llorar.

Yo te indiqué ¡mira ésa luna!.

Tú levantaste la mirada.

Yo dije ¡¡es la Luna de la vida y te dice que vivas!!.

Tú apoyaste tú cabeza en mi hombro.

Y hasta hoy (años después) sigues vivo en mi compañía.

Y la Luna nos acompaña en la distancia.

Nunca jamás.

Yo era confiado.

Y abría mi corazón con facilidad.

Ahora me lo han dañado.

Y me digo nunca jamás abriré mi corazón

Porque las personas son malas.

Su maldad no tiene límites.

Y tengo que protegerme.

La inocencia termina por perderse y yo la he perdido ahora.

Vivía alegre y confiado

Ahora han acabado con mi alegría y mi confianza.

Ya se que todos los humanos no son iguales

Que existen Buenas personas en las que confiar.

Pero ahora estoy dolido.

Y no creo que esté dolido para siempre porque soy muy consciente de la existencia de la gente buena.

Por éso disculparme sólo por un tiempo.

Porque creo más en los buenos que en los malos

Y los malos no van a enturbiar nuestra relación.

Yo quiero creer en la bondad.

Y estoy seguro que la mayoría de vosotros también .

El melocotonero.

Yo quería volver bajo aquel árbol.

Fué allí donde te hablé de mi amor por ti.

Por éso quería volver.

Te llamé.

Quedamos a los pies del melocotonero.

Yo me preparé y viajé.

Busqué nuestro árbol pero no lo encontré.

Tampoco te encontré a tí.

Y desolado traté de encontrar una explicación.

Pregunté y me dijeron que el melocotonero había sido cortado.

Ya no estaba nuestro árbol.

Luego te llamé a ti.

Me dijiste que no podías venir que estabas prometida a otro hombre.

Todo mi árbol y tú ya no estábais.

Mi corazón se entristeció por el árbol y por tí.

Ya no tenía nada.

Y todo en poco tiempo.

La vida a veces puede ser muy cruel.

Agaché la cabeza y tome el camino de regreso.

Todavía pienso en tí y en nuestro árbol.

Y no sé si lo siento más por tí o por él.