No te pares nunca.

– Sabes, venimos al mundo a padecer sufrimientos de todos los tipos, estamos hechos así, somos difíciles de complacer y siempre estamos buscando algo mejor, el problema es que nunca llegamos a encontrar ésa situación ideal y si damos con ella dura demasiado poco tiempo.

-Eso es algo que creía que tú tenias asumido como persona adulta que eres.

Para mi no es nada nuevo y hace tiempo que lo acepté.

Acepté que la felicidad completa no existe y sólo podemos aspirar a una vida lo más aceptable posible.

Me extraña que tú aun sigas en el mundo adolescente.

– Querido amigo yo aún sigo buscando y no he echado el ancla en ningún puerto, por eso busco fórmulas y modos de enfocar nuestros pensamientos y nuestra mente.

Quizás conociéndonos más podemos aspirar a un mundo mejor y más satisfactorio.

Tienes razón soy un adolescente que aún no se ha rendido.

– En ese sentido eres afortunado.

– Quizás sólo quizás.

Tu camino y el mio.

– Todo iba bien entre nosotros y cuando no coincidíamos en algo lo hablábamos y llegábamos a un acuerdo.

Últimamente es difícil que lleguemos a un acuerdo y la disputa queda en el aire sin cerrar y nos vamos a la cama con las entrañas revueltas y es difícil conciliar el sueño.

Yo sé que ya no es como antes y sé que alguien se ha interpuesto entre tu y yo, y no sé que hacer.

Trato de acercarme pero me recibes de uñas y poco a poco vas faltando más tiempo de casa.

Yo lo entiendo porque llevábamos mucho tiempo alejándonos poco a poco el uno del otro y ahora estaría bien que fuéramos sinceros.

Creo que ya no queda nada entre tu y yo.

Debemos separarnos, así es inútil vivir, no tenemos ninguna necesidad de aparentar ante nadie ni de engañarnos.

Te lo pondré más fácil, seré yo quien me marche y mañana respirarás libre mirando a un nuevo futuro que deseo te sea feliz.

¿ Por Qué ?.

– Yo sólo quería ver como estabas si tus problemas se iban solucionando poco a poco, si por fin estabas más animado.

Habías pasado otras veces por malos momentos algunos compartidos conmigo y todos uno a uno los habíamos superado.

Ahora me tenías preocupada porque la última vez que te vi y sin motivo aparente estabas sombrío demasiado sombrío.

No fui capaz de adivinar tu dolor oculto pero sí intuirlo, saber que lo sufrías profundamente.

Me dijeron que tu médico te había recetado ansiolíticos, antidepresivos y neurolépticos y yo sabia que tu no los tomarías nunca, era ésa una medicación que estaba en contra de tus principios y antes morirías que tomarla.

Ahora sé que esos monstruos que crecieron en silencio dentro de ti han sido más fuertes.

Lástima que no repararas en pensar que yo estaba aquí detrás de ti, esperándote.

Ahora todo ha terminado, te fuiste sin avisar y rompiendo mi corazón en mil pedazos.

Sobre Disidentes.

– Tú me dices que la razón la tenéis vosotros que cualquier voz que discrepe está equivocada.

Y yo pienso que me estás hablando del pensamiento único y en lo difícil que es aplicar la libertad de pensamiento y opinión dentro de cualquier organización.

Y tu me puedes decir que para obtener metas y resultados hay que guardar un mínimo de disciplina y unidad porque si no la idea se disipa y la meta se pierde.

Ocurre y ha ocurrido en la historia que hombres muy valiosos se han perdido por discrepar y pienso que es una pena.

También entiendo lo de la metas.

Lo que no veo tan claro es lo de que «el fin justifica los medios» porque creo que no es verdad.

Yo me siento en el teatro de la vida como espectador y tú me dices que es ésa una postura muy cómoda y yo te lo confirmo.

Pero debes de saber que soy débil y sensible a las decepciones y quizás por eso me mantengo un poco alejado por miedo a los sinsabores y disgustos.