Foto de Joaquín Sarabia
Había un hombre
Maduro
Que recordó su niñez.
Y se vio rodeado de cosas grandes
De personas grandes
Y de amor.
Recordó que le dieron mucho amor.
Se acordó de la primera vez
Que fue al colegio.
Se acordó de sus primeros amiguitos.
De sus juegos
De como ganaba
Y como perdia.
Se acordó de sus abuelos
Y se entristeció .
Porque su abuelo fue muy especial
Las lágrimas asomaron a sus ojos.
Luego lloro al recordar
A sus padres……
Ahora vovía a ser niño
Pero ellos no estaban
Era nuevamente niño
Pero solo.
La edad le hacía niño
Pero estaba solo.
La tristeza le invadió
Sólo le quedaba ya
El último paso
Para reunirse con sus abuelos
Y con sus padres.
Y lleno de resignación
Se quedo dormido en su sillon .
Al amanecer y ver el sol
Se dijo
“La vida es una bendición y yo aun estoy vivo”.
Amor abundante la energia que mueve al mundo..
Genial!
Gracias Bienestar un abrazo grande 🙂 .
Que relato más lleno de sentimientos amigo, y la verdad que a veces uno siente dentro todo eso y es así de real , se siente niño y al venir a nuestra memoria los recuerdos tan bien guardados, pues el amor que por ellos entonces sentimos .. se derrama en forma de agua .. este hombre se sienta a esperar quizás el reunirse con ellos pues ese es su destino .. pero al abrir los ojos y ver el nuevo día ..pues se siente agradecido y sus palabras finales suenan de lo más reveladoras . Gracias Joaquín por este bello relato un fuerte abrazo
Gracias Mercedes por tu comentario querida amiga.
Un Fuerte Abrazo 🙂 .