Paseando por la orilla del río he visto dos casas una muy bonita bien pintada y con un jardín en la puerta, daba gusto mirarla y en su sencillez llamaba la atención.
A un kilómetro de allí había otra casa sucia, con basuras en la puerta, descuidada y negra era la antítesis de la otra casa, rápidamente pense en los caracteres de los dueños de ésas dos casas y no hace falta pensar mucho para ver las diferencias, unos serian unas personas amables y buenas y los otros serian estúpidas y malas, con ésos pensamientos llegué a mi casa salude a mi mujer y fui a visitar a mis dos hijos a sus habitaciones, la primera habitación la de Marcos estaba ordenada, cada cosa estaba en su sitio los libros, la ropa, la música todo ordenado y sin embargo Marcos era de carácter reservado y poco amable, no le gustaba que lo visitaran en su habitación y estaba seguro que si en alguna ocasión lo necesitara no podría contar con el y así casi expulsado de la habitación de Marcos me dirigí a la habitación de Juan.
Este cuarto era una jungla donde todo estaba revuelto, libros, música y ropa se mezclaban por todas partes incluso por el suelo hasta tal punto de que había que apartarlos para poder moverte y sin embargo ahí estaba la sonrisa de Juan que se lanzó a saludarme y abrazarme, yo sabia que podía contar con Juan y éste hijo me quería y era noble de corazón.
Baje al salón y volví a pensar en las dos casitas del río ¿seria posible que la casa sucia y destartalada fuera de una bella princesa y la casa floreada y limpia perteneciera a un Ogro despiadado?.
Y me quede mirando por la ventana hacia el horizonte y pensé que no debemos dejarnos llevar por las apariencias porque podríamos engañarnos.
Mi mujer se sentó a mi lado me beso y pregunto ¿qué piensas cariño?
Nada, conteste…… cosas mías.
En eso mismo estaba pensando yo, en las apariencias, conforme iba leyendo tu relato. Nada es lo que parece. Nada. Lo que no descubriríamos si pudiéramos ahondar en los corazones…
Descubririamos cosas buenas y cosas malas y nos sorprenderiamos en muchos casos.
Gracias Amiga, un Abrazo 🙂 .
AMIGO JOAQUIN LA VIDA ES ASI Y NO POR ELLO DEBEMOS REFLEXIONAR ANTE LAS COSA QUE PASAN POR NUESTRAS NARICES, LA VERDAD SOLO AFLORA EN LA REALIDAD DE CADA DIA, PERO NUESTRO SUBCONSCIENTE ES EL QUE TRABAJA. BUEN POST Y FILOSOFICO, UN ABRAZO
Gracias por tu comentario Lambertus
Un Abrazo Amigo 🙂 .
He entrado en este blog pensando que era el de Joaquin Sabina. ¡Qué cosas y qué cabeza la mía! Yo que pretendía darle algo de leña al bueno del jienense…
Ahora bien, ante la duda le he echado un vistazo a la pantalla del ordenador y me he llevado una grata sorpresa con su web. Seguiré descubriendo cosas de ella, no le quepa duda.
Un saludo.
Jesús ya me gustaria a mi ser tan artista como Joaquin Sabina, gracias por leerme y por tu comentario.
Un Saludo amigo 🙂 .
Gracias, Acabas de darme una buena sacudida jajaj
Un hijo,, una hija… dos habitaciones…
SIn comentarios!!!
Creo que no son hijo e hija, Azo.
Si, Joaquin, entiendo.
Pero yo me referia, en mi caso.. a mi hija y a mi hijo.
Como casita blanca y casita….marrón…
Una vez dentro, las dos son palacios exquisitos
😉
Y tú tranqui, q me está gustando mucho pasarme el rato aqui. Ya sabes, cuando puedo y me apetece..
Un besote
No te habia entendido, perdoname.
Yo ahora voy a darme una vuelta por tu blog, porque me apetece, tienes cosas muy interesantes y con una enorme carga de sentimientos muy bién relatados.
Un Abrazo muy muy Fuerte, amiga del alma. 🙂 .
Muy bueno el texto!!.
Aunque prefiero el orden, limpieza y buen gusto decorativo, aun jugándomela. 🙂
Un abrazo.
Gracias por tu visita y por tus palabras Alberto.
Un Abrazo querido amigo 🙂 .
Que relato más bello Joaquín, es cierto que a veces nos impresionan personas con un porte y grandeza que cuando los desenmascaras son vacíos e inexistentes.Muy bonito un beso.
Muchas gracias me alegro que te guste.
Gracias por la visita y comentario.
Un Fuerte Abrazo querida Mercedes 🙂