-Cada día que comienza es una nueva aventura y siempre al caer la noche me digo, hay que descansar para cuando asome el nuevo día poder afrontarlo con todas las energías y empaparme de él.
-Tienes suerte porque mi vida es pesada, cada día es una cuesta empinada para la que me faltan las fuerzas y pienso que mejor estaría eternamente dormido para no soportar el paso lento de éstos días tortuosos y sin razón.
-Querido amigo ¿podría yo desde mi optimismo decirte algo que te ayudara?, creo que no, porque estás sumido en la depresión y el verme a mí contento sólo te procurará más pesar.
-Tranquilo, te conozco de mucho tiempo atrás y sé que tú también has penado en ocasiones, sólo me pregunto si mi estado de tristeza no te quitará tu alegría y si no será mejor que me esconda.
-Querido amigo, yo estoy aquí para algo y si no puedo ayudarte a salir de tú tristeza por lo menos te acompañaré en silencio.
-Gracias por tu compañía.
-Gracias a ti por tu silencio.