Hermanos ¡Cómo dependemos los unos de los otros! cuando uno de nosotros suspira el otro se estremece. Hermanos a veces pienso que nosotros solos nos complicamos la existencia con nuestras tristezas. Porque las tristezas nos vuelven agresivos y cuando en el portal de casa nos cruzamos con el vecino lo miramos mal y no le saludamos. sabéis, el no saludar engendra otro no saludo, por éso pienso que quizás debería de considerarse falta grave, pecado y sancionado con multa el no desear Buenos días a tú vecino. Escuchad estamos solos en éste planeta Tierra y todo lo que hagamos por suavizar nuestra existencia es poco y por cada sonrisa que regalemos recibiremos tres. ¡Oh los tristes! no hagáis caso del gesto huraño de vuestro hermano, el pobre ha tenido mal día y no es por vosotros su mal gesto y su descortesía, vosotros desearle buen día porque un buen deseo es como una semilla plantada en vuestro hermano y él más adelante cuando el invierno se acerque a vuestro corazón os saludara con una sonrisa y vuestra tristeza será más llevadera.

A éste mundo le falta urbanidad y buenas maneras. No confundais buenas maneras con debilidad y no confundais cortesía con miedo, porque miedo hay que tener de la frialdad y de la indiferencia hacia los males de los demás, suficientemente cargados de maldad vienen los días cómo para que no tratemos en lo que podamos de acariciarnos con un Buenos Días y una Sonrisa.

En cualquier oficio, en cualquier puesto tenemos la responsabilidad de hacer nuestra labor, de defender nuestros derechos, de luchar por la justicia, de denunciar la corrupción y las leyes injustas, porque si no nos ocupamos nosotros de hacer una sociedad más justa y más libre ¿Quien podrá hacerla?, hay que ser duros e intransigentes con la injusticia y hay que ser duros e intransigentes con la corrupción y la delincuencia éso no lo dudamos. Pero hermano nunca niegues tus Buenos Días a nadie y si lo puedes acompañar de una sonrisa recibirás tú recompensa ¡Eso hermano no lo dudes nunca!.