-Es verdad que mi pensamiento siempre ha seguido una línea, que las líneas básicas de mis opiniones han variado poco a lo largo de los años, pero el tiempo pasa y poco a poco vamos abandonando nuestra rigidez y nos vamos haciendo más humanos.

Es una pena que en los tiempos que corren lo valorado sea la juventud, la agresividad en el comportamiento, cuando ésa forma de actuación produce siempre más sufrimiento.

Quizás la economía de mercado requiera de hombres con poco corazón para crear lo que llaman riqueza, pero ¿acaso la economía de mercado piensa en la justicia? ¿acaso la feroz economía del beneficio repara siquiera en el sufrimiento del prójimo?.

Los hombres cuando van alcanzando edad se hacen más humanos y comprensivos, la energía agresiva de la juventud deja paso al sosiego reflexivo de la madurez y siempre tendrán más en cuenta los desdichas de los hombres.

No seamos estúpidos y escuchemos a los mayores, ellos han vivido más y conocen más de sufrimientos y de privaciones.

No menospreciemos a nuestros padres y abuelos porque ellos son una enorme fuente de sabiduría.