-Deberías saber que los humanos somos débiles y tú aprovechas nuestras debilidades para dominarnos y hacernos cometer actos terribles, no eres bueno y no deberías de existir.
-Querido humano, no debes de olvidar que éste mundo no lo cree yo, si no ése al que tanto admiras, tú eres como eres porque él te hizo así, y yo soy como soy porque el me creo así, si el mundo está mal hecho no me mires como culpable, porque el culpable es el Creador.
-¿Por qué te rebelaste?¿querías ser más grande que Dios?, podrías haber vivido tranquilamente dentro del orden establecido, trabajando por el bien, y procurando evitar el dolor y no trabajando en favor del sufrimiento.
-No creas que yo no sufro, no podía aguantar la magnificencia y la superioridad de un ser que era responsable de que yo lo odiara y quisiera tener más poder, él fue el último responsable de mi rebelión.
-Si tienes menos poder que él ¿por qué lo desafiaste?
-Pregúntaselo a él.
-Maldita dualidad de bien y mal-
-Yo no la creé.
-Cállate Satanás.
-Porque yo calle tú no vas a cambiar.
-¿Me dices que soy igual que tú?.
-Te digo que acallas tu conciencia culpándome a mi.
-Satanás ¿tú existes?.
-Éso tendrás que preguntártelo a ti mismo.
-Difícil me lo pones.
-La realidad es así.
-Me duele ésta realidad.
-A mí también.