-Creo que lo mejor para nuestros padres es la residencia, allí serán bien atendidos y nosotros no tendremos que preocuparnos, ten en cuenta que llegará un momento que no podremos cuidarlos en casa y entonces será peor.
-Es superior a mí lo que me propones, la residencia para mi es un modo de olvidarnos de ellos, allí es como la antesala de la muerte dónde van los desahuciados, y ellos perderán el contacto con su mundo e inundados de tristeza y soledad morirán.
-Todo éso que dices está muy bien, pero nosotros no podemos atenderlos.
-Si nos ponemos de acuerdo podemos.
-¿Crees que a mi no me duelen mis padres?¿crees que disfruto pensando en ingresarlos en una residencia?, pues debes saber que me duelen pero no veo otra solución.
-Está bien, yo me encargaré de ellos, olvidaros todos.
-Llegará un momento que no podrás y mientras tanto habrás renunciado a trabajo y vida.
-No me importa.
-Te arrepentirás.
-No me arrepentiré de acompañarlos en sus últimos años.
-¿Años?, ojalá, cada vez irán a peor.
-Tendrán cariño y se sentirán acompañados, éso es salud.
-Será tú decisión.
-Sí, tú no te preocupes.
-Me duele no poder hacer lo mismo.
-Cada cual hace lo que puede.
-Me duele todo ésto.
-A mí también.
-Creo que a todos nos duele.
-Es que es doloroso.