-Es fácil envejecer de espíritu, la vida va minándonos con sus desengaños y la vista de la realidad nos hace ir abandonando poco a poco nuestros sueños y el mundo poco a poco es más feo y menos habitable.
-Querido amigo todo es según el color del cristal con el que se mire, fíjate más bien en las cosas positivas y en las bondades de los humanos y piensa menos en ti mismo y en tus egoismos.
-Qué más quisiera, la vida me ha desengañado, ya no puedo creer en nada y he perdido las ganas y la ilusión por vivir.
-Vamos éso sólo puede ser circunstancial pronto levantarás la cabeza y mirarás tu entorno y verás que hay mucha gente que te necesita.
-Quisiera ser apto y participar pero ya no tengo ni ganas ni fuerzas.
-Pues entonces ponte en el grupo de los necesitados.
-No me gusta pedir.
-Pero necesitas hacerlo.
-Nunca pediré.
-Pero tendrás quién se preocupe de ti.
-No sé si sentirme halagado.
-Deberías.
-Lo intentaré.
-Sé que puedes.