Y tú ¿juzgas?.

-Cuando vamos acumulando años, al mismo tiempo acumulamos recuerdos, y los seres humanos amamos nuestros recuerdos, porque los recuerdos no amados normalmente los olvidamos.

-Imagínate si los malos recuerdos estuvieran a mano, pues en muchos casos costaría vivir, porque tenemos muchos malos recuerdos.

-Algunas veces al sumergirme en el pasado, puedo encontrar tiempos oscuros en los que todo es feo y da miedo, las calles se convierten en lúgubres y oscuras dónde el viento mueve las hojas, dónde las puertas y ventanas están cerradas, dónde las sombras se desplazan de un lugar a otro, dónde sólo reina la amenaza, en ésos casos si caminamos demasiado tiempo por ésas calles que habitan nuestra memoria,  puede suceder que nos perdamos y luego cuesta trabajo volver.

-Tranquilo amigo, nunca seremos capaces de medir el dolor ajeno, ni las experiencias de otros, porque no se pueden medir, por éso antes de juzgar esfuérzate por comprender.

-Amigo yo nunca juzgaré, porque me conozco y sé hasta dónde pueden viajar los pensamientos y los deseos.

-Amigo, yo tampoco juzgaré.